EL FILÓSOFO Y LA ROSA Henri Stephane

El Filósofo, habiendo recogido una rosa, se plantea la cuestión: ¿“Qué la rosa? ” Si hubiera oído la lengua de la rosa, no se plantearía la cuestión, pero se ha vuelto sordo y no oye ya la lengua de la rosa.

Se entrevista con entonces su colega el Matemático, y le plantea la cuestión: ¿“Qué la rosa? ” El Matemático, zambullido en sus estructuras, responde al Filósofo: “Tu rosa no me interesa, a menos que pueda observarla como elemento de un conjunto, y que pueda aplicarle mis operaciones.”

Desconcertado el Filósofo, se va a buscar al Biólogo quien se apodera inmediatamente de la rosa, la corta en pequeños pedazos que él examina al microscopio, y responde al Filósofo: “No veo nada. “

Consternado el Filósofo, recoge llorando los restos de la rosa, y se va a buscar al Artista: “Qué la rosa?” le pregunta.

“No sé, respondo el Artista, pero voy a indicarte el camino que te conducirá a la respuesta. Va en un lugar que se llama Chartres, y allí encontrarás una catedral, y en esta catedral hay tres Rosas, y estas tres Rosas cuantan la historia de la Rosa eterna. “

“Es lejos este país?” pregunta el filósofo

“No sé, respondió el Artista, pero si quieres llegar, no lleves ningún equipaje y sobre todo ningún libro. Si no, no llegarás  nunca.”

“Y si no encuentro mi camino?” pregunta el filósofo.

“Preguntas a los Pájaros, responde el Artista, son los amigos de la Rosa. “

“Pero no comprendo la lengua de los Pájaros”, dijo el Filósofo.

“Eso no importa, responde el Artista; basta que tú les preguntes, pues ellos te comprenderán, y te conducirán a la Rosa, sólo tendrás que seguirlos.”