DIOS Henry Stephane

¿Qué es Dios? A esta pregunta, no hay respuesta en el plano del lenguaje, del pensamiento o del discurso: «No se puede decir nada del Principio, quien habla de ello se equivoca» (Lao Tse).

El hombre debe callarse y escuchar lo que Dios dice de si mismo. El habla del Universo, y el hombre lo reconoce como Creador y Maestro. En el Islam, Dios se declara el Único, el «Uno sin segundo»: «No hay divinidad si no es la Divinidad», y el hombre no es más que el servidor de la Unidad. En el Sinai, Yaveh revela su «Nombre» (Yo soy), él se revela como el Existente. En la India, aparece como «Paramâtma», el Supremo Si-mismo de todos los «si-mismos», o como el «Paranirvâna», el Supremo Vacío, es decir el Pleroma, la Plenitud. En la revelación cristiana, él se revela como Padre, por el Hijo, en el Espíritu, y el hombre se vuelve hijo adoptivo.

Estos diferentes modos de Revelación están en función de los diferentes receptáculos humanos, pero no son estos receptáculos los que determinan «subjetivamente» los modos de la Revelación. Son por el contrario los modos los que determinan los receptáculos destinados a recibirles. Si el hombre escucha, debe entender la manera como Dios se le revela, y «devenir» el receptáculo al cual pertenece ya por nacimiento.

En todo caso, Dios habla siempre de Si mismo, por Si mismo, en Si mismo, el hombre solo tiene que escuchar. Si el hombre es sordo, es necesario que Dios lo cure: «Epheta». (Alusión a la curación del sordomudo en el Evangelio. Marcos VII, 34)

Si el hombre se revuelve, pierde su tiempo.

Nosotros no podemos conocer a Dios «en Si mismo», sino solamente según la manera como El se hace conocer.